Queridos Reyes Magos…
Desde Juventudes Leonesistas creemos que este año los leoneses hemos sido muy buenos. De hecho, llevamos siendo muy buenos (si no demasiado) durante 30 años.
Por ello os pedimos:
Respeto para toda la riqueza natural de León. Que no se arrase nuestra montaña a golpe de kilovatio y torre de alta tensión, que bastante tensos estamos ya… No podemos consentir que se sacrifique la montaña occidental para dar salida a una energía que no solo producen otros, sino que, además, no encontrará destino en esta provincia, en la que la escasa industria que aún pervive, agoniza. Que de igual manera se preserve, proteja y ponga en valor el patrimonio arqueológico leonés y no se permita que quede sepultado bajo el asfalto el yacimiento de Lancia, pues no es necesario destruir el pasado para construir el futuro.
Porque estamos orgullosos de lo que somos y de lo que fuimos, la defensa de nuestro patrimonio histórico y natural se extiende también al legado intangible de nuestros antepasados: nuestra lengua. Abogamos por la normalización y la difusión de la llingua llionesa, como forma de dignificar este tesoro de todos los leoneses. Desde el estudio lingüístico riguroso y el respeto. Sin sectarismos ni imposiciones.
Queremos que se ponga freno de manera inmediata a la despoblación que sufre nuestra Región. La sangría demográfica que experimentamos desde hace décadas en las tres provincias es el mayor lastre para su progreso. Son miles los leoneses que cada año tienen que emigrar y abandonar sus raíces para encontrar un trabajo. Es la única salida ante una industria que languidece sin que los responsables políticos hagan nada para evitarlo. Todo ello sumado a un potencial turístico que, para colmo y al igual que nuestros alimentos, exportamos bajo una marca que nos es ajena. Porque digan lo que digan a orillas del Pisuerga, esto no es vida.
Nos hemos cansado de los regalos que siempre se quedan en un bonito envoltorio para después no encerrar contenido alguno: descampados tecnológicos, aeropuertos sin aviones… No nos traigáis más planes oeste, ni este, ni norte, ni sur. El único rumbo que queremos seguir los leoneses es el que nos lleve a dirigir nuestro propio futuro.
Un futuro que, además, ha de sustentarse en una buena educación. Por ello pedimos también libros, pero unos libros que no aniquilen nuestra identidad e impongan a nuestros hijos una historia sesgada, tergiversada e intencionada, para inculcarles la convicción de que esto fue así siempre, ocultando los verdaderos motivos de la debacle de esta tierra, que fue de reyes.
Asimismo pedimos una facultad de medicina, porque son inadmisibles las tortuosas listas de espera que sufren los ciudadanos en nuestra sanidad pública y el déficit de médicos que esta padece. Un problema doblemente grave, pues obliga a los jóvenes estudiantes a tener que dejar su tierra para poder cursar dicha carrera, y cuya solución depende únicamente de la voluntad política de ponerle fin.
Por último y, por extraño que parezca, pedimos carbón. Pero no para nosotros, sino para quienes de verdad lo merecen: compañías eléctricas, ministerio de industria y todos aquellos que se afanan en acabar con la única reserva estratégica de la que dispone nuestro país. Un combustible más rentable que el extranjero ante la creciente demanda de países emergentes y del que depende el devenir de comarcas enteras. Somos conscientes de que es un recurso limitado, y compartimos la necesidad de avanzar en el campo de las energías renovables y la sostenibilidad, pues seguramente serán la energía del futuro, pero los 5000 trabajadores de la minería leonesa y sus familias necesitan comer hoy.
También os recordamos peticiones aún pendientes de la carta de otros años, como un circuito de velocidad en la Bañeza, un hospital comarcal en Astorga, una estación de esquí en San Glorio, vuelos de bajo coste en la Virgen del Camino, la llegada del AVE al Bierzo…
Sabemos que no es poco lo que pedimos, pero no por ello deja de ser, tan solo, una pequeña parte de lo que se nos ha venido negando durante las tres últimas décadas. Sin embargo, este pueblo no espera vivir de regalos, ni de lamentos, ni de victimismos. Por eso, este año os pedimos solo una cosa, que una vez lograda, prometemos luchar hasta conseguir las demás. Este año pedimos: Autonomía para el País Leonés.
Mario Malagón Álvarez
Juventudes Leonesistas. UPL
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